jueves, 28 de julio de 2011

¿Pasión, amor, fantasía…? 4º

Pero nada… tan solo esa extraña sensación, incomprensible e incómoda de estar completamente desnuda ante ti y esa llama ardiente, recorriendo mi cuerpo desnudo llegando incluso a quemarme, fruto posiblemente de mi propia imaginación, o pasión o fantasía, o lo que quiera que sea. 

Más no sabía lo que estabas haciendo en esos instantes, esperándome ante la puerta. Gire un poco mi cabeza buscándote, buscando tu mirada, tu cara, una respuesta, que me dijera que aquello era provocado por mi propia mente. Pero allí estabas, frente a la puerta, ni cerca ni lejos de mí, con la misma distancia de siempre, pero con esa mirada, pasional, felina, ardiente. Sin haberte dado cuenta, de todo lo que estaba pasando por mi mente, sin haberte dado cuenta de que yo había dejado de recoger mis cosas, sin darte cuenta de que ahora yo te estaba mirando.
Pues no mirabas mi cara, ni mi cabeza, ni mis movimientos, tan solo observabas mi cuerpo, atentamente con tu boquita entreabierta, pensando que yo no me daba cuenta. 
Esa sensación me puso más nerviosa, induciéndome a recoger esta vez mis cosas rápidamente y con el reflejo de apartarme de ese fuego que llevaba un rato quemándome. Y sin ninguna palabra, salimos las dos del pequeño bar, despidiéndonos como si nada hubiera pasado, cada una por su lugar.


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